Fue
un buen estudiante al que se le daban muy bien las matemáticas, pero pronto
tuvo que abandonar los estudios para dedicarse plenamente a la realización de
su sueño: ser un futbolista mundialmente reconocido.
Fue
el primero de los "galácticos" del Real Madrid, club al que llegó en
el año 2000 como el fichaje más caro de la historia hasta esa fecha (10.000
millones de pesetas), y
con el que logró entre otros títulos, la Champions League de 2002
Fue capitán de la selección portuguesa, con la que disputó 127 partidos, y con la que
alcanzó el subcampeonato en la Eurocopa 2004, , el tercer puesto en la Eurocopa
2000, y el cuarto puesto en la Copa del Mundo 2006.
A nivel individual, fue premiado con el Balón de Oro en
el año 2000 y el FIFA Worl Player en 2001,
los dos máximos galardones individuales.
Además fue incluido en el FIFA 100.
El portugués, exjugador del Barcelona y el Real Madrid y uno de
los clásicos testimonios por su pasado en los dos clubes antes de la llegada de
cada "Clásico", desveló que su salida del club madridista se debió a
que el presidente Florentino Pérez, que realizó con él uno de los fichajes más
sonados, ya no le quería.
"Fue una forma de hacerme daño, seguramente. Soy claro, por eso me fui. Tenía un año más de contrato en Madrid, donde ganaba bien y podía estar tranquilo, pero como no me gusta acomodarme preferí buscar un nuevo proyecto y estar contento, en vez de estar cobrando y no jugar", añadió.
El portugués admite que el recibimiento del Camp Nou
en su primer clásico con el Real Madrid fue el peor trago de su carrera
profesional
El portugués , ex delantero del Barcelona y el Real
Madrid, pronosticó un empate a dos en el clásico del día 26 y recordó que
“nunca un deportista en el mundo ha tenido un ambiente con tanta gente en
contra” como el que él tuvo en su visita como madridista al Camp Nou en octubre
de 2000.
“Ese al final era un partido más en el que yo
intentaba hacerlo bien. Seguramente, como he dicho muchas veces, nunca un
deportista en el mundo ha tenido un ambiente como aquel con tanta gente en
contra. Al mismo tiempo la presión me venía bien porque me mantenía siempre
despierto y concentrado. Lo peor fue el resultado que perdimos. Al final de
cuentas, aquello pasa y sirve para madurar y para aprender más”, afirmó Figo,
que en octubre de 2000 jugó su primer partido como madridista en el Camp Nou.
Figo habló también de las diferencias entre su
compatriota Cristiano Ronaldo y el argentino Leo Messi y consideró que “es
tremendamente complicado parar a cualquiera de los dos” aunque al primero es
más difícil hacerlo “en profundidad” y al segundo “en corto espacio con el
balón controlado”.
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