Miedo al
rechazo. No todos
los chicos son seguros de sí mismo, y al proponer cosas en la cama que no son
tan comunes o que no le agraden a su pareja, pueden estarse arriesgando a ser
rechazados. Será mejor que antes de iniciar comentes qué es lo que te
gustaría hacer.
Miedo a
las comparaciones. Algunos
siempre tendrán la incertidumbre de saber si son el mejor amante que su pareja
ha tenido, o si ella los compara con sus anteriores parejas en el desempeño
sexual.
Inseguridad
de los orgasmos de su pareja. Tanto se habla de que las mujeres fingen los
orgasmos que los hombres sienten incertidumbre de saber si en realidad su
pareja disfruta o sólo está mintiendo.
El tamaño
de su pene. Este en
un problema que a la mayoría de los hombres les ha aquejado, saber si su
miembro tiene un tamaño adecuado para dar placer a su amante.
Miedo
a que no tenga una erección. Es que lo peor que le puede pasar a un hombre, que su
pene alcance la erección cuando está con su pareja; pero l os problemas de
erección son muy comunes,
sobre todo
en una sociedad donde el estrés está presente en el 95% de la población.
No querer
sexo. Ellos al
igual que las mujeres no siempre están dispuestos a tener relaciones sexuales,
más cuando están agobiados con problemas en el trabajo o familiares, así que no
es para alarmarse.
La
complejidad de las mujeres. También les aterran muchas cosas procedentes de
nosotras, como qué pensamos -o en quién- durante el sexo o que no nos guste
lo que nos están haciendo.
Miedo a
que ella sea más ardiente. Muchos hombres tienen el temor de no poder complacer a su amante si ella
es muy sexual. Sienten inseguridad a no satisfacerla por completo y de que
ella busque otra relación.
Miedo a que el sexo se convierta en algo monótono. Se habla
mucho de que con el sexo sea aburrido, pero esto depende de los dos, de proponer
nuevas cosas y de tener mucha comunicación de lo que quieren experimentar en la
cama, y en general en su relación.
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