Cómo Perú deslumbró al mundo al reducir más de 50% de la pobreza en 10
años
En este comienzo de año en
Perú...
Una
barra de pan cuesta 8 soles o US$2; el libro más vendido es Mitad monjes, mitad soldados de Pedro Salinas, una investigación
periodística sobre un movimiento religioso de origen peruano, El Sodalicio de
Vida Cristiana, del cual se conoce poco, pero se sospecha mucho; la teleserie
"Al fondo hay sitio" sigue siendo muy popular; "La
bicicleta" de Carlos Vives y Shakira se escucha por doquier; la edad
promedio de sus 32 millones de habitantes es de 28 años, y un 28% de la
población que estaba bajo la línea de la pobreza 2005 ya no lo está.
Sí,
vale la pena repetir este último punto con más detalle: en una década, Perú
logró reducir en más de 50% el índice de pobreza, que pasó de afectar del 55%
al 22% de la población. En los últimos 5 años, 7 millones de personas han
salido de la pobreza.
De la noche al día
Es
la vida de los habitantes de las áreas urbanas la que más ha mejorado.
Tony
Palomino vive en la que fue una villa miseria, Villa El Salvador, un distrito
de la Provincia de Lima, donde hoy las construcciones son de ladrillo y sus
vecinos gozan de servicios con los que antes sólo soñaban.
"Todo
era desierto", cuenta. "Yo llegué cuando tenía 13 años. Fui el
primero en irme de mi pueblo, que quedaba en las montañas, y vengo de una
familia de extrema, extrema pobreza"."Mi madre tuvo 18 hijos y yo vi
a mis hermanos y hermanas morir de pobreza; me fui para ayudarles a salir de
eso".
"La
vida era muy difícil aquí al principio: no había agua ni luz, teníamos que
caminar kilómetros para conseguir comida. Pero cada familia tenía un terreno en
el que podía vivir".
En
algunos aspectos, Perú es hoy irreconocible, dice el presidente Pedro Pablo
Kuczynski.
"Algunos
de los principales empresarios peruanos de hoy, hace una década estaban
manejando un camión". "La élite comercial de Perú en la actualidad es
completamente diferente a lo que era en el pasado y yo creo que eso es una
buena señal de cambio".
¿Cómo lo hicieron?
La
historia empieza en los años 90, cuando el país liberó su economía como parte
del programa de ajuste estructural del Banco Mundial.
Abrirse
a nuevos mercados le permitió a Perú beneficiarse de los precios récord de la
exportación de sus minerales, particularmente a China, y atrajo inversión
extranjera, con lo que pudo reducir la deuda pública y la inflación, y aumentar
su ahorro nacional.
Perú
disfruta ahora de una de las economías de mayor crecimiento de Latinoamérica.
Diego
de la Torre, presidente del Pacto Mundial de la ONU en Perú, alardea de la
economía de libre comercio que para él apuntala el éxito peruano.
"En
el pasado tuvimos enormes problemas económicos que hemos superado. Perú se está
insertando en la economía global. Hemos firmando acuerdos de libre comercio,
que es lo que ha reducido la pobreza".
El
dinero ciertamente llegó a raudales.
Las
exportaciones aumentaron de US$3.000 millones en 1990 a US$36.000 millones en
2010.
Bajo
el gobierno de Alberto Fujimori -quien se encuentra cumpliendo condena por
crímenes de lesa humanidad- la economía se estabilizó y continuó creciendo.
No
obstante, la tasa de pobreza siguió subiendo, hasta 2001, cuando el impacto
social del programa de ajuste se hizo evidente.
Políticas,
como la de austeridad severa, llevaron a recortes de presupuestos y pérdidas de
empleo.
La
gente salió a las calles a manifestarse, entre ellos Toni Palomino de Villa El Salvador.
"Desde
el inicio, sabíamos que el apoyo no vendría de afuera -el agua, la luz...-.
Sabíamos que tendríamos que luchar por todo. Aquí tenemos un dicho: 'Porque no
tenemos nada, lo haremos todo'. Construimos un colegio, una cancha de fútbol,
una comunidad local".
"La
Villa se involucró, porque organizamos grandes protestas frente al Palacio de
Gobierno para reclamar esos servicios. Aquí tuvimos agua y luz en seis años.
Otras comunidades tuvieron que esperar 10, 15 o 20 años".
"No
es que el gobierno muy buenamente vino a dárnoslo: fue la exigencia de la
población y eso es lo que hemos logrado".
Arrancó el cambio
Así,
las comunidades de bajos ingresos desempeñaron un papel vital en la velocidad y
el grado en que el cambio se realizó, ejerciendo presión sobre los gobiernos de
turno a través de la acción directa, como las protestas y bloqueos de
carreteras.
En
parte para recuperar el apoyo, durante la última década del siglo pasado, los
sucesivos gobiernos de Fujimori se embarcaron en grandes programas para proveer
servicios públicos, particularmente en áreas urbanas de bajos recursos.
"Hubo
programas como el de extensión para asentamientos informales, para expandir el
acceso a la conexión de agua; también los de títulos para aumentar la propiedad
de la tierra en esos asentamientos, además de préstamos para mejorar la
vivienda", señala la experta en pobreza Paula Lucci, del Instituto de
Desarrollo de Ultramar, con base en Londres.
"También
hubo hogares que se beneficiaron del ambiente macroeconómico positivo, que se
traduce en que tenían acceso a empleos, así fuera en el sector informal, y
tenían más dinero, que podían usar para mejorar sus condiciones y las de sus
hijos".
Los de arriba y los de abajo
"El
crecimiento económico en Perú de la última década ha sido considerado como
inclusivo", le dice a la BBC quien fue la primera Ministra de Desarrollo e
Inclusión Social del Perú, la economista Carolina Trivelli.
"Los
que más se beneficiaron del rápido crecimiento económico fue el 40% más pobre
del país", asegura Trivelli, que ahora trabaja en el Instituto de Estudios
Peruanos que se dedica a reducir la desigualdad en el país.
El
crecimiento económico inclusivo es la política clave en este caso: ayudar a
quienes están en el fondo tanto como a los de la cima.
Y
eso se ha logrado gracias a una serie de programas sociales gubernamentales.
"En
los últimos años, los programas de transferencia condicionada de recursos
realmente le ha ayudado a las familias más pobres del país", explica
Trivelli.
"Les
provee suficientes recursos para sobrevivir, mientras que invierten en el
futuro, asegurándose de que todos sus hijos -especialmente las niñas- vayan al
colegio todos los días y de que visiten los servicios de salud, para recibir
todas sus vacunas y controles".
"Así
la próxima generación podrá aprovechar las oportunidades que cada vez más
ofrece el país".
Ese
programa, llamado Juntos, le da US$30 al mes a mujeres cabeza de familia, y se
ha multiplicado por el mundo.
Y
no es el único; otros programas similares introducidos por el gobierno en los
últimos 5 años han mejorado dramáticamente la situación de los más
desamparados.
Singular
Perú
no es el único país en la región que ha disfrutado de booms económicos. También
los ha habido en Brasil, Argentina, Chile o Uruguay.
¿Por
qué enfocarse precisamente en Perú?
"Perú
es especial", opina Henrietta Moore, directora del Instituto para la
Prosperidad Global de University College en Londres.
"No
se trata sólo de gastar dinero. De lo que realmente se trata es de que lograron
compartir los beneficios del auge en general. Así que, mientras que la riqueza
del país aumentó, la desigualdad se ha estado reduciendo y eso es lo
importante", explica.
"La
situación de todos ha mejorado, no sólo la de los más ricos".
Y
no sólo eso marca la diferencia. Perú logró hacer todo esto sin hundirse bajo
el peso de la seguridad social como algunas naciones desarrolladas.
"Yo
no creo que para mejorar hay que gastar mucho dinero en políticas
sociales", declara Jelke Boesten, del departamento de Desarrollo
Internacional del King's College de Londres.
"Estos
programas son baratos, especialmente Juntos -US$30 al mes para 200.000
familias-, pero está muy bien dirigido, lo que lo hace tan efectivo, está muy
bien administrado, de manera que es técnicamente muy inteligente".
"Por
eso tiene un alto impacto en la pobreza. Además, invertir en la subsistencia de
la gente y en su protección social es tremendamente importante para poder
avanzar", concluye.
"A
Europa, por ejemplo, se le olvidó que esto no es un costo sino una
inversión", apunta Moore.
Sin embargo, hay problemas
La
tasa de pobreza rural sigue siendo alta. Hay mucha gente que se ha quedado por
fuera y se necesita más inversión en salud y educación.
Pero
gran parte de la economía de Perú es informal, lo que implica que muchos no
pagan impuestos, y los impuestos son un ingrediente esencial para tener mejores
servicios sanitarios y educación para consolidar a la nueva clase media
peruana.
Por
otro lado, la corrupción es endémica.
"Lo
hemos vivido de cerca", dice Palomino, refiriéndose específicamente a
Pensión 65, la tabla de salvación para los ancianos indigentes.
"La
corrupción de los beneficios que debería recibir este programa de la
Municipalidad o del gobierno", que se va reduciendo a lo largo del proceso
burocrático hasta que llega a las manos de los necesitados.
Todo
esto hace que la mejora de las condiciones de vida de las personas sea
precaria.
Y
ahora la economía del país se está desacelerando.
"¿Qué
hacen los gobiernos cuando les deja de entrar tanto dinero? Imponer políticas
de austeridad, que siempre resultan en desigualdad social", señala Moore.
Entonces, ¿de aquí todo cuesta abajo?
"No tiene que ser así. Todo
depende de qué haces cuando ya no hay tanto dinero: ¿continúas asegurándote de
que se distribuya lo que hay y lo usas de una manera sensata?", dice la
antropóloga social.
"No importa cuál sea el nivel de
crecimiento económico, un mejor acceso a la educación y a la salud, y las
políticas sociales focalizadas mejoran la vida de los pobres y solidifican el
crecimiento sostenido del país", concluye.
Y, ¿qué opina Palomino, quien vivió
el cambio en carne propia?
"Es verdad que las familias han
mejorado económicamente pero esta economía liberal ha hecho que las personas
sean más individualistas. La gente solía pensar en la familia, en el
barrio".
"En lo comunitario, no somos más ricos".