La perspectiva del entrenador del
equipo, Mustafa Resit Akcay, es totalmente distinta. «Fue una reacción humana
en una situación con mucha carga emocional para él», ha explicado el técnico,
que asegura que jugadores y cuerpo técnico le dedicaron una ovación en el
vestuario durante el descanso para levantarle el ánimo.
El jugador, dos veces internacional
con Turquía, se revolvió en pleno partido ante los silbidos y los insultos de
su propia afición. Volkan se encaró con un compañero e instantes después rompió
a llorar. Varios jugadores se acercaron, sin éxito, para intentar consolarle.
Después de hablar con el árbitro durante unos segundos Volkan abandonó el
terreno de juego mientras algunos hinchas se encaraban en las gradas ante
semejante desaguisado.
Dos compañeros fueron a consolar
a su compañero y amigo, pero Volkan
se quería ir del campo. Tras hablar unos segundos con el árbitro, el jugador abandonó el césped y se fue a vestuarios.
Sin embargo, a pesar del mal
comportamiento de los hinchas, el presidente del Trabzonspor, Ibrahim
Haciosmanoglu, dio unas declaraciones a la prensa turca, en que vio como
inaceptable que el jugador se “retirara del campo” y agregó que “Volkan no tiene ningún futuro en el club”.
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